martes, 8 de noviembre de 2016

Tiempo, ladrón de guante blanco (IV)

Ahora vamos a ver otra forma, algo mas sutil, de ser robado, solo hay que darse cuenta de una propiedad del dinero, que aunque es obvia no se suele tener en cuenta: no se tiene el dinero que no se puede gastar.
Es decir, si no me pagan mis servicios hasta 3 meses después de prestarlos y estoy continuamente trabajando para un cliente, este siempre me deberá 3 meses. Por lo que me habrá robado esos tres meses. Y da igual que no sea un único cliente, ya que si fueran varios el efecto a mi bolsillo sería el mismo, por lo que en conjunto me habrían robado esos tres meses.
Claro que se puede argumentar que eso solo pasa en el infinito, que en la realidad todo termina pagado. Eso sería cierto para seres infinitos, pero no para nosotros mortales que el valor del dinero decrece con cada año que pasa ( y no me refiero solo a la inflación sino a lo que explique en este post)
Lo mismo sucede con el dinero que no se puede tocar de una cuenta (bajo penalización), o fondos con intereses menores . 

No hay comentarios:

Publicar un comentario